sábado, 22 de septiembre de 2012

Donde habitan los capos detenidos

Se abren las cárceles gringas para los narcos mexicanos

En un tiempo copularon con la opulencia: autos de colección, animales exóticos, joyas, casas valuadas en millones de dólares donde el lujo y la exageración eran el principal ingrediente.

Manijas bañadas en oro, comedores de roble para los comensales, mármol florentino, autos de colección y de modelos recientes esperando a la puerta, yates y motos acuáticas. Pero sobre todo gente para su exclusivo servicio.

Eran los jefes del narco que, a sangre, fuego y una gran creatividad para desplazar toneladas de droga de Colombia a Estados Unidos y lavar dinero, construyeron un imperio.

Hasta que un día, a veces producto de su propia ostentación, cayeron en manos de la justicia estadounidense. Hoy sobreviven en las sombras, en prisiones de máxima seguridad algunos, esperando la muerte bajo una sentencia de cadena perpetua. Otros viendo pasar el tiempo sabiendo que la vida no les dará oportunidad de cubrir la condena. Y algunos más viendo el cielo de vez en vez, conscientes de que el tiempo pasa, lento para ellos, pero que un día ya determinado por un juez las puertas del penal se abrirán para ellos.

Javier Torres Félix el JT, Benjamín Arellano Félix, Vicente Zambada Niebla, Jesús Vicente Zambada García, el Rey, Miguel Ángel Caro Quintero, Héctor Luis Palma Salazar el Güero, Juan José Quintero Payán, Francisco Javier Arellano Félix, Sandra Ávila Beltrán, Ismael Higuera Guerrero el Mayel, todos de origen sinaloense, y todos jefes del narco en una u otra zona del país, de distintos cárteles y en alguna época, pagan condenas o esperan sentencia en alguna cárcel de los Estados Unidos.

Algunos al borde de la libertad, como el JT, que saldrá libre el 8 de abril del 2013, aunque según la sentencia, su libertad estaba programada el 16 de marzo. De acuerdo con fuentes cercanas a la familia Torres, el JT sobornó a varios de los internos para que les cediera su tiempo para hacer llamadas telefónicas y esto motivó que le extendieran la condena 22 días más.

La Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP) dijo a Ríodoce que no comentaría al respecto, pero sí reconoció que son situaciones que a veces ocurren en las prisiones.

La prisión más férrea de Estados Unidos es la de Supermax, en el estado de Colorado, la cual es tan dura que los internos solo ven la luz del sol una hora al día. En esta prisión están recluidos Francisco Javier Arellano Félix, Osiel Cárdenas Guillén y Héctor el Güero Palma, entre otros.

El JT es el caso de un narcotraficante que libró con cierto éxito a la justicia norteamericana, pues ya había purgado una pena en los Estados Unidos, donde fue acusado de introducir drogas ilícitas. El otro caso es el de Francisco Rafael Arellano Félix, quien, tras ser extraditado en el 2006, fue liberado y deportado a México en febrero del 2008.

La siguiente es una compilación de narcotraficantes de alto perfil de origen sinaloense que en su momento fueron extraditados a Estados Unidos.

Javier Torres Félix, el JT

Se encuentra recluido en la cárcel de mediana seguridad conocida como The Federal Correctional Institution (FCI) Beckley, localizada en el condado de Raleigh, aproximadamente a 136 millas de la ciudad de Charleston, en West Virginia.

El JT fue arrestado en enero del 2004 durante un operativo con elementos del Ejército mexicano, en el ejido El Tule, en el Valle de San Lorenzo.

De acuerdo con informes de la SIEDO, el JT era de los principales operadores del cártel de Sinaloa, muy cercano a Ismael el Mayo Zambada, de quien, se dice, era su lugarteniente.

Torres Félix fue extraditado a Estados Unidos en noviembre de 2006, luego de pasar dos años en cárceles mexicanas.

Entre otras acusaciones, a Félix Torres se le involucraba en la muerte de un elemento castrense.

La fecha de su liberación está programada para el 8 de abril del 2013.

Jesús Héctor Palma Salazar, el Güero Palma

Purga condena en Supermax, una prisión de máxima seguridad que mantiene los más rigurosos controles de seguridad de todo el sistema penitenciario de Estados Unidos, incluyendo un satélite vigilando las 24 horas del día, dentro y fuera de la prisión. Por eso el nombre Supermax (Prisión de Súper Máxima Seguridad).

Se encuentra localizada en Florence Colorado, a 90 millas de la ciudad de Denver.

El Güero Palma se inició en el mundo del narcotráfico a finales de la década de los ochentas, cuando trabajaba al mando de Miguel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero. Pero un día, tras extraviarse un cargamento de droga, sus jefes se sintieron traicionados y se rompieron los lazos.

En 1995, Palma Salazar abordó un avión Lear Jet, en Ciudad Obregón, para dirigirse a Toluca. Durante el trayecto le avisaron que allá lo esperaban para detenerlo. Palma Salazar ordenó entonces al piloto buscar otra opción para aterrizar y se dirigieron a Zacatecas en donde tampoco pudieron descender. Pensaron en Guadalajara pero un convoy de militares lo aguardaba en el aeropuerto.

Casi sin combustible se aproximaron a Tepic pero el piloto no logró arribar y se desplomaron en una ranchería en el municipio de Ahuacatlán. De ese lugar fue recogido y escoltado por la Policía Judicial Federal y trasladado a Guadalajara.

El Güero Palma fue extraditado a Estados Unidos el 2007 y en el 2009 fue sentenciado a 16 años.

El Güero Palma saldrá de prisión el 16 de julio del 2016, pues el juez le reconoció parte de los años que pasó en prisiones mexicanas.

Benjamín Arellano Félix, el Min

Encarcelado en la prisión conocida como The United States Penitenciary (USP), en Coleman Florida, a 50 millas al norte de de Orlando. Esta prisión es de alta seguridad.

Arellano Félix fue el líder indiscutido del cártel de Tijuana, y junto con sus hermanos formaron uno de los grupos criminales más violentos de México, durante la década de los 90.

El que parecía ser el cártel más implacable de México, se empezó a desmoronar el 10 de febrero de 2002, cuando Ramón Arellano fue muerto a balazos durante un enfrentamiento, en Mazatlán. Un mes más tarde, en marzo, el Min habría de ser arrestado en una residencia de Puebla.

Fue recluido en la cárcel de Almoloya de Juárez y en abril del 2012 y extraditado a Estados Unidos, donde fue sentenciado a 25 años de prisión, luego de llegar a un acuerdo con la justicia estadounidense.

Arellano Félix será puesto en libertad hasta el 6 de febrero del 2033.

Juan José Quintero Payán, don Juanjo

Se encuentra recluido en la prisión Federal Correctional Institution (FCI) de Oakdale, en el estado de Louisiana, 35 millas al sur de la ciudad de Alexandria.

Quintero Payán fue identificado por las autoridades como el segundo hombre más importante del cártel de Juárez después del desaparecido Amado Carrillo Fuentes. Su detención ocurrió el 29 de octubre de 1999 en el municipio de Zapopan, Jalisco.

La justicia estadounidense buscaba a Quintero desde finales de los noventa, por delitos contra la salud y asociación delictuosa. Desde 1978 hasta finales de 2002 fue uno de los líderes del cártel de Juárez, y lo acusaron de introducir ilícitamente grandes cantidades de mariguana y cocaína a Texas y a otros estados.

Fue extraditado a Estados Unidos en abril de 2010 y su liberación está programada para el 27 de abril del 2018.

Miguel Ángel Caro Quintero

Está preso en la prisión Federal Correctional Institution (FCI), una prisión de mediana seguridad localizada en Memphis Tennessee, luego de declararse culpable de asociación delictuosa y tráfico de drogas, en una corte federal de la ciudad de Denver Colorado.

De acuerdo con documentos de la PGR, “desde 1983 hasta 1994, Miguel Ángel lideró una organización criminal dedicada a la importación y distribución de mariguana en Estados Unidos”.

La fecha de su liberación está programada para el 12 de octubre de 2019.

Francisco Javier Arellano Félix, el Tigrillo

Fue encarcelado en la prisión Supermax, una cárcel de máxima seguridad que está localizada en Florence Colorado, a 90 millas de la ciudad de Denver.

El Tigrillo pasará el resto de su vida en esta prisión, luego de ser sentenciado a cadena perpetua por el juez Larry Alan Burns, en julio del 2009.

El Tigrillo se hizo cargo del cártel de Tijuana, tras la aprehensión de su hermano Benjamín Arellano Félix, solo que a diferencia de él, Francisco Javier fue sentenciado a cadena perpetua.

Ismael Higuera Guerrero, el Mayel y Clave Privada

Pasa sus días en la prisión Supermax de Colorado, el Mayel, es originario del poblado Villa Ángel Flores La Palma, en Navolato, y llegó a ser parte del aparato de seguridad del cártel de los Arellano Félix.

Fue arrestado el 3 de mayo del 2000 en Ensenada durante un operativo militar y extraditado a Estados Unidos en el 2007. Saldrá en libertad el 14 de julio de 1940.

Jesús Reynaldo Zambada García, el Rey

Se encuentra recluido en la Metropolitan Detention Center (MDC), en Brooklin, Nueva York, una prisión de mediana seguridad. Zambada García era uno de los líderes del cártel de Sinaloa, junto a su hermano Ismael el Mayo Zambada, Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, y Joaquín el Chapo Guzmán.

Según la DEA, “Zambada García controlaba una ruta de tráfico de narcóticos a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en nombre de su hermano Ismael.

Hasta antes de su extradición, ocurrida en abril del 2012, el Rey estuvo recluido en el penal de máxima seguridad de Matamoros, Tamaulipas, luego de su detención en la colonia Lindavista del Distrito Federal, el 19 de octubre de 2008.

Actualmente el Rey Zambada enfrenta cargos por introducir droga a Estados Unidos y se encuentra en proceso de ser sentenciado.

Sandra Ávila Beltrán, La Reyna del Pacífico

Está encarcelada en el Federal Detention Center (FDC), en Miami Florida, en donde enfrenta cargos por tráfico de drogas. La llamada Reyna del Pacífico enfrenta cargos por conspiración para importar cocaína, así como poseer e intentar distribuir cocaína. Ambos tienen como pena máxima la cadena perpetua, según un documento de la Corte del Distrito Sur de Florida.

Fue detenida en 2007 en compañía del colombiano Juan Diego Espinosa, el Tigre, acusados de introducir al menos nueve toneladas de cocaína en el buque Macel, decomisadas en 2002 en el puerto de Manzanillo, en el Pacífico mexicano.

Su juicio aún se encuentra pendiente.

Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo

Vive preso en una prisión de baja seguridad, The Federal Correctional Institution, en Milan, Michigan, a 45 millas al sur de Detroit. Anteriormente había pasado dos años en la prisión Metro Correctional Center de Chicago (MCC), pero luego de demostrar que se encontraba en condiciones deplorables, el juez Rubén Castillo ordenó su transferencia a la cárcel de Michigan.

Zambada Niebla, quien fue arrestado en México en marzo del 2009 y extraditado en febrero de 2010, alegó inmunidad y “autoridad pública” por parte del Gobierno de Estados Unidos, quien reconoció haber tenido encuentros con el hijo del Mayo Zambada, previo a su detención. Sin embargo, la justicia estadounidense asegura que nunca prometió inmunidad al acusado, a lo que la defensa de Zambada Niebla insiste que hay documentos en poder de la DEA que demuestran lo contrario. La justicia norteamericana tiene programado el inicio de su juicio para el próximo 9 de octubre en una corte federal del Distrito Norte de Chicago.

Ley de Extradiciones: cataratas en la justicia

El 4 de mayo de 1978, funcionarios federales de México y Estados Unidos firmaron un acuerdo para extraditar criminales requeridos por las autoridades de uno u otro país. Este tratado fue ratificado por el Congreso de la Unión el 23 de enero de 1979.

El acuerdo compromete a ambos países a entregar personas requeridas por las autoridades competentes, siempre y cuando ya se les haya iniciado un procedimiento penal, o que hayan sido declaradas responsables de un delito.

Para que la extradición se concrete, deben cumplirse ciertos requisitos. Entre esos requerimientos destaca que Estados Unidos no puede ni castigará con la pena de muerte a ningún extraditado por México. Tampoco que estos sean procesados por el mismo delito por el que se les procesó en México. Y no se extraditarán los acusados si no hay pruebas suficientes para justificar el enjuiciamiento, observa el documento.

Sin embargo, el acuerdo no precisa qué tipo de acuerdos puede lograr el sistema judicial estadounidense con los extraditados de manera extraoficial, como ha ocurrido con Benjamín Arellano y Osiel Cárdenas, ni mucho menos que estos acuerdos se fundamenten en un precio al momento de emitirse una condena

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