domingo, 23 de septiembre de 2012

México, de la narcopolítica a la necropolítica

México, de la narcopolítica a la necropolítica



El gobierno de Felipe Calderón rompió con la tradición priísta de la narcopolítica para implementar, durante su sexenio, la necropolítica, afirmó Diego Osorno, periodista y autor del libro “La Guerra de Los Zetas: Viaje por la frontera de la Necropolítica”.

Diego Osorno afirmó que el Partido Revolucionario Institucional se caracterizó por “realizar acuerdos (con el crimen organizado) para la contención de la violencia y, al mismo tiempo, permitir el flujo de drogas en México”, pero todo cambió con la llegada de Felipe Calderón al poder.

La necropolítica -explicó- es beneficiar a empresarios y políticos con el combate contra el narcotráfico.

Cabe recordar que en agosto 2008, Gobierno federal anunció la construcción de 12 nuevos centros penitenciarios con colaboración con la iniciativa privada, cuyo costo ascendería a 800 millones de pesos cada uno.

Derivado de esa medida, la constructora Homex reportó en julio que sus ingresos correspondientes al segundo trimestre ascendieron a 7,172.4 millones de pesos, de los cuales 1,804 millones provenían de proyectos relativos a la construcción de centros penitenciarios. En el acumulado, los ingresos por ese concepto sumaban 3,963 millones de pesos.

Además, México se ha convertido en el segundo mayor mercado de la industria del blindaje de autos en América Latina. Tan sólo este año, el sector calcula un crecimiento de 15% en sus ventas; el gobierno federal se ha convertido en uno de sus principales clientes.

Por otro lado, se presume que los cárteles mexicanos se proveen de armamento de alto poder o para uso exclusivo del ejército fabricado en Estados Unidos, cuyos comerciantes son renuentes a aceptar que la venta indiscriminada de armas genera más violencia en nuestro país.

RECURSO MEDIÁTICO, DETENCIÓN DE “EL COSS”

Como periodista, Diego Osorno ha cubierto la lucha contra el narco y otros conflictos en México, América Latina y Medio Oriente. Entre sus libros se encuentran: “Oaxaca sitiada. La primera insurrección del siglo XXI” (Grijalbo, 2007); “El cártel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco” (Grijalbo, 2009); “Nosotros somos los culpables. La tragedia de la guardería ABC” (Grijalbo, 2010) y “País de muertos. Crónicas contra la impunidad”, en el que colaboró como compilador.

Cuestionado sobre la relevancia de la captura de Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, identificado como líder del Cártel del Golfo, el periodista y escritor calificó ésta como “un recurso mediático para despedir a una administración que ha fracasado completamente en el combate al narcotráfico”.

“La violencia no se ha detenido y no se va a detener aunque fuera encarcelado Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, porque México vive un problema más hondo, ya que no se ha atacado la estructura financiera de los cárteles mexicanos (…) mientras no le quitemos la ganancia a los cárteles de la droga, los sicarios van a continuar reproduciéndose”.

EL RETO DEL PRÓXIMO GOBIERNO

Para el escritor, el reto de la administración de Enrique Peña Nieto, a partir del 1 de diciembre, “será detener esta maquinaria de guerra que echó a andar el gobierno de Felipe Calderón”, además de combatir el lavado de dinero y la estructura financiera de los cárteles mexicanos.

“Estamos ante la posibilidad de que el nuevo Presidente ponga un alto a la industria de guerra que levantó Felipe Calderón, y que ha dejado 70,000 asesinatos y 20,000 desapariciones forzadas”, confió.

“Felipe Calderón inventó una guerra para legitimar su cuestionado gobierno, ahora es necesario que Peña Nieto fuerce a la paz para formar un espacio de discusión de los problemas nacionales”.

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